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Iria G. Parente y Selene M. Pascual son de las autoras más destacadas del panorama literario de la literatura española. Aunque he leído varios de sus libros y, sin declararme fan acérrima, creo que son muy necesarias al tratar temas de diversidad y relevancia entre los jóvenes a la vez que crean universos e historias muy entretenidos.
Hace años que no leo ninguna de las novedades que van sacando, pero está me llamó más la atención: ¡Un retelling contemporáneo de Ana de las Tejas Verdes! Con Anne siendo escritora de fan fics, y además de una historia inspirada en La dama de Shalott (Tengo “una cosa” con la Dama de Shalott. Tan poco es cuestión de explicar de golpe lo friki que soy). Parecía una lectura perfecta y apacible y además tuve la suerte de poder hacerme con el libro, así que me lancé a ella.
Y lo cierto es que da todo lo que promete: una historia feel good en un entorno que grita AESTHETIC, con miles de homenajes y referencias a los autores de Fan Fiction, a los cosplayers, en definitiva, a las fangirls, tan sufridas que somos, tan intensas con todo, tan felices de poder disfrutar de lo que nos gusta sin complejos. Me ha parecido un homenaje muy bonito.
Los personajes son todos adorables, pero a mi en lo personal me ha ganado Anne, porque la verdad me he identificado mucho con ella. La pobre no se entera de nada ni se da por aludida nunca, lo que viene siendo la historia de mi vida. Ha sido muy divertido verla tan perdida todo el libro. Los secundarios también me han gustado mucho, todos con sus luces y sus sombras. Lo cierto es que están bastante bien construidos, una mejora que he notado respecto a los anteriores libros que leí de las autoras.
Si le tengo que poner una pega, pese a lo mucho que lo he disfrutado, es que me ha parecido algo predecible desde el principio. Pero para mí, sinceramente, eso no es un gran problema, cuando lo que tienes es una lectura que te da lo que promete y necesitas, un rato acogedor en Tejas Verdes con un chai latte y una historia tierna. ¿Quién da más?
Fue como un terroncito de azúcar, sin drama ni momentos que te puedan amargar. Me gustó cómo interpretaron a Anne y a los demás, sobre todo la representación que incluyeron y siempre incluyen en sus libros. Fue mi happy place mientras lo leía en la Universidad