Ratings3
Average rating4.7
En 1988 apareció un libro que iba a cambiar de arriba abajo nuestra concepción del universo y que se convirtió en uno de los mayores best-sellers científicos: Historia del tiempo, de Stephen Hawking, el mayor genio del siglo XX después de Einstein. Pese a su éxito colosal, aquel libro presentaba algunas dificultades de comprensión para el público menos familiarizado con los principios de la física teórica.
Reviews with the most likes.
“Nuestro Sol es tan sólo una estrella amarilla ordinaria de tamaño medio, cerca del borde interno de uno de los brazos espirales. ¡Ciertamente hemos recorrido un largo trecho desde Aristóteles y Ptolomeo, cuando se creía que la Tierra era el centro del universo!”
Hemos recorrido un largo camino desde que religiosos y filósofos dejaron de entrometerse en la ciencia. En otras épocas, semejante herejía me hubiera costado un arresto domiciliario por el resto de mis días, muy al estilo del pobre Galileo. Qué tiempos aquellos; la revolución copernicana debió haber sido muy dolorosa. Cómo algunos siguen creyendo a estas insituciones que modifican sus doctricnas solo para beneficio propio es algo que nunca voy a entender. Divago, para variar.
Aristóteles, Ptolomeo, Copérnico, Galilei, Kepler, Newton, Roemer, Maxwell, Einstein, Hubble, Friedmann, Wheeler, Planck, Curie, Heisenberg, Hawking. Son solo algunos de los nombres que ayudaron a levantar cada peldaño de la ciencia y, aunque la cima es nebulosa, nos acercan cada vez más al triunfo último de la razón humana: la teoría del todo. Ahora sabemos que el tiempo y el espacio no son inmutables, que el tiempo no es absoluto, es más personal y relativo al observador: ¡nuestros relojes no tienen por qué coincidir! Ahora sabemos, gracias al principio de incertidumbre, que el universo no es determinista ya que no podemos saber con exactitud el estado actual del universo. Esto es a la vez fascinante ya que en mecánica cuántica, esto es, en escalas atómicas, se introduce en la ciencia un elemento inevitable de impredecibilidad o aleatoriedad. Ahora sabemos que podemos viajar al futuro sacándole provecho a la relatividad pero que los viajes al pasado son otra historia. ¿Por qué los humanos del futuro no han venido a decirnos el secreto del viaje en el tiempo? En teoría la propuesta sigue abierta aunque parece ser improbable en términos macroscópicos, tal vez Hawking tenga razón al decir que existe algún tipo de FBI que proteje a la cronología de la curiosidad humana; sin embargo, los agujeros de gusano siguen dando esperanza.
Hemos ganado terreno en los últimos años y puede que estemos más cerca del final de la búsqueda de las leyes últimas de la naturaleza. ¿Encontraremos, por fin, las ecuaciones de la teoría unificadora? Y luego, tal vez, podamos mover nuestros esfuerzos desde el cómo hacia el por qué: ¿por qué el universo se toma la molestia de existir?
Algunos puntos son más difíciles de digerir que otros pero creo que en general Hawking hace un gran trabajo para tratar temas complejos de manera sencilla. Ideal para profanos y entusiastas por igual.