Buenos presagios

Magnífico reencuentro con El Maestro

Llevaba tiempo sin leer algo de Pratchett (un sacrilegio, vaya), y esta ha sido la lectura que me ha hecho reencontrarme con su increíble ingenio. Solo por esto le daría una buena valoración al libro, pero es que la cosa va mucho más allá:

Nos encontramos con un inicio que atrapa, una historia sobre el Cielo y el Infierno pero con su vuelta de tuerca. Conocemos a dos personajes que, desde su primera interacción, llaman mucho la atención.

Es a partir de aquí cuando nos ponen en contexto, y de nuevo vemos una representación de un suceso bíblico adaptado a lo que perfectamente podría ser el Mundodisco.
La historia atrae desde las primeras páginas, y se va desarrollando a un ritmo bastante adecuado a lo que nos quieren enseñar.

A medida que vamos leyendo, vamos notando mucho la mano de cada autor, se ven muchos paralelismos con otras de sus novelas, y he de decir que la dupla me ha parecido excepcional.
No he leído casi nada de Gaiman, y menos en formato novela, pero ahora sé lo que me pierdo si no le pongo remedio a esto.

Los personajes me han gustado todos, y no he sentido que ninguno fuese irrelevante. Además, cada vez que saltan del punto de vista de uno al de otro, tenía ganas de leer sobre el personaje que tocara, cosa que es muy buena señal.

La ambientación ochentera, las referencias, las notas a pie de página, están a la altura de las novelas del Mundodisco.

Y llegamos al final, y he de decir que, aunque nada espectacular, no me ha disgustado. No voy a comentar nada que contenga spoilers, pero me ha gustado la forma en la que cierran las diferentes tramas.

*Plus: Nada que ver con la novela en sí, ya que es algo que únicamente encontramos en la edición más nueva, pero es necesario añadir que las ilustraciones del maravilloso e inigualable PAUL KIDBY son increíbles. Las mejores representaciones de personajes literarios que conozco. No falla.