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Una historia simple y liviana para calentar tu corazoncito.
Parece que últimamente me dio por leer o “small town” o “single dad” o ambas juntas. Y cuando este libro llegó a mis manos no podía decirle que no.
Memphis es una madre soltera que huye de la ciudad a un pequeño pueblo de Montana, esta frustrada y no deja de tener días malos. Pero poco a poco estos pasaran a ser buenos gracias a Knox. Su muy gruñon, vecino, casero, hermano de su jefa y chef en el lugar donde trabaja.
Al principio, su relación es tensa, Knox quiere deshacerse de Memphis y ella esta decidida a alejarse de él todo lo posible para no molestarle, para que no sepa que ella exista y así poderse quedar en Juniper Hill, pero eso es prácticamente imposible porque Knox no puede apartar los ojos de ella.
“Quizá ella me buscaba tanto como yo a ella”
Después de que Drake, el hijo de Memphis, les hiciera pasar la noche en vela, Knox se pone en marcha y acude al rescate de nuestra protagonista haciendo, cada noche, que el pequeño se duerma en sus brazos.
Y así poco a poco, Memphis pasó de tener sus peores días, a tener sus mejores días.
“Ella me había dado sus mejores días. Yo le daría los míos.”