Rich Dad, Poor Dad

Leído por segunda vez.
La primera vez, cuando tenia menos de 17 años, me pareció interesante pero no ha sido hasta esta segunda vez, a mis 36 años y después de haber leído otros varios libros sobre el tema y tener mis primeras inversiones, cuando he conseguido extraer todo el conocimiento que ofrece.
Una lectura muy recomendable para educar a los jovenes sobre el dinero. Pero, a mi parecer, no basta con regalarles el libro como hicieron conmigo. Sino que tiene que venir acompañado de una charla, un debate, un intercambio, preferiblemente con un adulto educado en el tema, para profundizar sobre las enseñanzas del libro.