Sugar Daddy

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!
RESEÑA

OH-MI-DIOS.

Han pasado casi más de tres meses, si no más o menos, desde la última reseña. Después de ese tiempo he tenido problemas para terminar una lectura, aunando al hecho de que la universidad me carcomía las ganas y me tenían hasta el cuello con producciones, trabajos, exámenes y el servicio comunitario. Pero por fin, ¡al fin!, ya acabada toda la parte fuerte y a tan solo una semana de finalizar el período formalmente y entrar a mis merecidas vacaciones, pude salir del bloqueo y terminar un libro. Este lo inicié ayer viernes y acabé hoy, puedo decir que... ¡FUE-UNA-BOMBA!

La premisa inicia con nuestra protagonista Sela Halstead quien, en su cumpleaños número 16, es cruelmente drogada y violada por Jonathon Townsend y otros dos hombres más. Jonathon es el dueño y la cara de The Sugar Bowl, una empresa que une a Sugar Daddies con Sugar Babies, es decir, hombres maduros con jóvenes mujeres en busca de una persona que financie su educación –y otras cosas– a cambio de compañía. Pasó unos diez años en los que Sela tuvo que lidiar con las consecuencias de esa noche; depresión, culpa, vergüenza, ira e intentos de suicidio. Un día, ve una publicidad televisiva de la nueva página web de The Sugar Bowl donde reconoce a Jonathon, y es ahí cuando decide iniciar un plan de venganza contra el multimillonario empresario. En una fiesta de la compañía, Sela asiste con el fin de tener un encuentro con Jonathon –a esto aclaro que Sela en un inicio es rubia, y para el plan, decide pasarse a morena– solo que no contaba con que sería ignorada por el magnate y en cambio atraería la atención de Beckett North, el segundo al mando de The Sugar Bowl y mejor amigo de Jonathon. Viendo la oportunidad que se le presentaba, Sela decide cambiar de planes y acceder a Jonathon a través de Beck, solo que no contaba con los sentimientos que ocurrirían entre ambos. ¿Sela continuará con su plan de venganza a costa de llegar a perder a Beck?

La razón por la que inicié este libro fue por la premisa con todo este rollo de los sugar daddies y babies, aproximadamente desde marzo me empezó a interesar dicho tema. Y la autora pareció informarse bien al respecto, pues ha mencionado detalles en las relaciones entre ambas partes. Como el hecho de que las sugar babies no están para tener sexo, sino ejercer como compañía, a no ser que se dé la ocasión.

El libro está narrado por Sela y Beck, por lo que podemos ver los puntos de vista y más de la historia a través de ambos. Al inicio del libro, se nos muestra que la relación de amistad entre Beck y Jonathon no es tan perfecta como creemos, debido a las malas costumbres de Jonathon –respecto a su relación con las sugar babies (se acuesta con cada rubia baby que se le pase por el frente), consume drogas y pocas ocasiones está lúcido, sin embargo tampoco quiere soltar la empresa a favor de Beck ni éste puede pelear por ella.

Obviamente, la mayor parte del libro, que no es muy largo que digamos, se nos relata cómo fluye la relación de Sela y Beck, cómo vemos la transición de Sela en recuperar la confianza en sí misma como mujer tanto emocional como sexualmente gracias al apoyo de Beck a la vez que tiene una batalla en sí sobre continuar o no la venganza hacia Jonathon y los hombres que la violaron en su adolescencia. El punto fuerte, para mí, es todo ese embrollo que tiene Sela y cómo lo mantiene oculto de Beck. Un punto que conforme avanzamos, llegados al momento cumbre, amenaza con derrumbar la relación entre Beck y ella. Eso sin mencionar que, luego de un encontronazo entre Beck y Jonathon, éste último decide cambiar de enfoque: en cierta forma, trata de hacerle ver a Beck que está cambiando, pero la aversión de Sela hacia Jonathon causa que Beck se encuentre entre la espada y la pared, no sabiendo si confiar en Sela –la mujer que empieza a amar pero que apenas conoce– o Jonathon –su mejor amigo desde la infancia, que parece estar recuperando luego de varias decepciones y peleas–.

Es un plan muy sucio, si se ponen a analizar. Jonathon decide hacerse pasar por buen hombre para hacerle creer a Beck que Sela es la villana pues ella insiste en que, con obviedad para nosotros los lectores pero no para Beck, Jonathon es el enemigo. Y el final...
¡QUÉ PUTO FINAL!
donde la autora nos deja cortados de forma horrible, causando que queramos tener la segunda parte YA. Ese hecho, y también que la mayor parte del libro haya mucha escena sexual entre los protagonistas, causó que le bajara a cuatro estrellas. No me gustó mucho ese final tan cortantemente abierto, que nos deja en una tensión muy fea pues el plan de Jonathon funcionó y Beck termina sintiéndose traicionado por Sela.

También destacaré el hecho de que, si por ese lado vamos, me enojó que Sela mantuviera ese aire misterioso hacia Beck. Bueno, tengo sentimientos encontrados pues varias actitudes de ella me gustaron y otros me enojaron. Pero quien se lleva el premio de idiota es Beck. ¡Qué hombre tan ingenuo! Le falta malicia para captar los envenenados tentáculos de Jonathan a su alrededor.
...
¿Ven que os digo que algunas actitudes de Sela me hacen sentir identificada?

Con respecto a la forma de escritura de la autora, su narración y la historia en sí, podría decir que es un tanto cliché. Muchas veces me recordó a una telenovela mexicana. Su pluma es sencilla, sin mucha dificultad, pero me entretuvo muchísimo y en verdad estoy desesperada por leer la segunda parte. Muero por saber si Sela logrará su deseo de venganza o su amor por Beck será mayor a todo.

Si desean leer algo simple, rápido y que no requiera de mucha cabeza, les recomiendo Sugar Daddy. Dudo que os arrepentiréis.