“La isla de cada ser humano, el centinela de cada uno, es su conciencia. Eso de la conciencia colectiva no existe.”
“Te aseguro que no encontrarás a nadie, a menos que cites al diablo, que haya sido testigo de tantos horrores.”
“Los españoles seguimos siendo los primeros enemigos de nosotros mismos. Empeñados en apagar las luces allí donde las vemos brillar”.
Mi valoración
Me encantaba la capacidad de Isora para decir que no a la gente. Ella no tenía miedo de que la dejasen de querer. Decía lo que le apetecía cuando le daba la gana.
“Estoy cansado del dolor que siento y oigo, jefe. Estoy cansado de vagar por las calles, solo como un tordo bajo la lluvia, sin nadie que me acompañe o me diga adónde vamos y por qué. Estoy cansado de ver que las personas son malas unas con otras. Es como si tuviera trozos de vidrio en la cabeza. Estoy cansado de las veces que intenté ayudar y no lo conseguí. Estoy cansado de la oscuridad y, sobre todo, del dolor. Es demasiado. Si pudiera, acabaría con él, pero no puedo.”
“y a veces, y también quiero que lo sepas, a veces te juro que te odio, porque me utilizas, es lo que siento. y me desagrada que me utilices, que necesites mi voz, oírme hablar y hablar y hablar hasta dormirte, hasta que tu angustia se calme, hasta comprender que tampoco es para tanto —no, no es para tanto...— me decía el psicólogo, lo decía para —relativizar— y yo le hablaba de mis visiones y que algunas se repetían. y él —es lo que se denominan sueños recurrentes...— y no eran sueños, eran visiones”.
“El miedo es peor que el castigo, porque éste es algo determinado y, por severo que sea, no se puede comparar con el temor que despierta en nosotros lo incierto, una tensión espantosa, que no conoce límite.”
“Mi próxima novela tratará de las añagazas y las trampas que nos tiende la memoria, esa puta tan distinguida.”
“La Tierra es más pequeña, puesto que puede ser recorrida diez veces más rápido que hace cien años.”
“La vida no es otra cosa que una sala de espera. Esperas para hacer la digestión y poder bañarte en la piscina, esperas que ese día baje a la piscina la chica que te gusta, esperas a que te conteste un whatsapp, esperas para sacarte el carné de conducir y, cuando lo tienes, la esperas en el portal, esperas que llegue la noche perfecta, ella se queda en estado de buena esperanza, os desesperáis un poco pero al final la esperas en el altar, esperas a que esté libre el cuarto de baño, esperas para ir al médico y, un día, sin que nadie se lo espere, te mueres”.
“De la naturaleza el primer verde es oro
su matiz más difícil de asir;
su más temprana hoja es flor,
pero por una hora tan solo.
Luego la hoja es hoja queda.
Así se abate el Edén de tristeza;
así se sume en el día el amanecer.
Nada dorado puede permanecer.”
“La tierra, ese planeta, giraba lentamente bañando de sol y de luna y de negrura, alternativamente, las distintas partes de su vientre. Desde los espacios nadie podría suponer la efervescencia de aquellos momentos, ni las muertes que estaban ocurriendo, ni las vidas que llegaban nuevas, ni las floraciones periódicas, ni las nieves y hielos. Ni las injusticias ni los odios, ni los simples amores de las criaturas humanas. Ni la sencilla felicidad de sentirse vivos que tenían aquellos tres muchachos”.
“¡Si al menos no tuviera que escucharla! Pero tenía que hacerlo, sabía que no podía rebelarse, que siempre tendría que escucharla.”
“Allá voy... Me gusta tu cuerpo geométrico. Tus rectas y tus curvas. Tus lados y tus vértices. Tus senos, cosenos y tangentes. Eres un poliedro perfecto y yo disfruto contemplándote desde todos los ángulos”.
“Llegué aquí huyendo de mí mismo; aconsejado por tu padre, buscaba enterrar unos pensamientos que me hacían indigno. Conmigo llevaba un pequeño cerezo que tu madre me había entregado, apenas un brote, y yo recorría la región buscando el lugar donde plantarlo y dejarlo a su suerte, si moría o arraigaba, no sería de mi incumbencia. Aquel acto debía ser un ritual de renuncia, la despedida de un viejo tormento, así que cuando encontré este lugar, decidí plantar el cerezo en lo más alto de la colina, desamparado ante los elementos, con la esperanza, quizás, de que se marchitara para siempre”.
“Siempre he comprendido, en principio, que un juego tan impar y tan genial debía producir sus maestros específicos, pero cuán difícil y aun imposible resulta imaginarse la vida de un hombre intelectualmente activo, para quien el mundo se reduce de un modo exclusivo a la estrecha vía entre blanco y negro.”
“He perdido mi patria, dejó escrito Gustavo Sintora en el inicio de uno de sus cuadernos. Pero cuando escribió esas palabras, Sintora no se refería a ningún país, a ningún ejército ni territorio, a ninguna bandera. Su patria fue una mujer, una mujer que tenía nombre y ojos de atardeceres.”
«La mala salud es la razón primordial de la vida. Engendrado por la peste, en el seno de la corrupción, en decadencia.»
“Ya he pasado suficiente miedo para el resto de mi vida. No vas a añadir más miedo al que ya tengo. No vas a añadir más dolor al que ya tengo. No vas a añadir más pena a la que ya siento. No vas a formar parte de esto”.
«Lo he vivido desde el principio, cuando los robots no podían hablar, hasta el final, cuando se interpusieron entre la Humanidad y la destrucción. Ya no veré nada más. Usted verá lo que viene ahora... ».
Mi valoración
“Cuando la vio gozar, sufriendo al darle su primer hijo, es cuando comprendió cómo es el amor más fuerte que la vida y que la muerte y domina la discordia de éstas; cómo el amor hace morirse a la vida y vivir la muerte; cómo él vivía ahora la muerte de su Rosa y se moría en su propia vida.”
“...entonces yo aún no sabía que a pesar de crecer y por mucho que uno mire hacia el futuro, uno crece siempre hacia el pasado, en busca tal vez del primer deslumbramiento”.