“Resumiendo, se había engañado a sí misma al dejarse convencer, por un momento, que los seres humanos no se dividen en exterminadores y exterminados y que los exterminadores tienden a colocarse en la situación dominante en cuanto pueden. La fuerza de voluntad es inútil si no se va a algún lado. Y la suya estaba en unos niveles tan bajos que ya no era capaz de darle las instrucciones necesarias para poder sobrevivir”. (p. 49)
“El presente en sí no es nada, solo un punto imaginario que conecta el pasado con el futuro. ¿Acaso hay alguna diferencia entre un enfermo de alzhéimer grave y una bestia? No, ninguna: comen, defecan, ríen, lloran y así hasta que les llega la muerte. Eso es lo que Odiseo quiso evitar. ¿Cómo? Recordando su futuro. No renunciando a sus planes para volver al pasado”.