Location:Lima, Peru
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Masterpiece of time travel stories.
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Estuve a punto de ver Predestination en Netflix hasta que me enteré que está basada en una historia corta de Heinlein (buscando algunas críticas en Internet). Apreté el botón de pausa.
¡Ah! Es ese tipo de historias en las que te preguntas si lo que estás pensando que ha pasado es lo que realmente pasó. Tuve que regresar algunas páginas en algunos momentos solo para estar seguro. Me gustan las historias de viajes en el tiempo y esta está particularmente condimentada con paradojas temporales. ¡Excelente!
Ya puedo continuar con la película.
“Hace poco te hablé de la guerra entre la Tierra y la vida que había en su superficie. Un poco de psicología de nuestro enemigo: el Padre Tierra no nos diferencia. Orogenes, táticos, sylanagistinos, niesos, futuro, pasado... Para él, la humanidad es la humanidad. Y aunque otros hayan dirigido mi nacimiento y mi desarrollo, aunque la Geoarcanidad haya sido un sueño de Syl Anagist desde mucho antes de que nacieran mis directores, aunque yo siguiese órdenes, aunque los seis quisiéramos contraatacar..., a la Tierra le dio igual. Todos éramos culpables. Todos fuimos cómplices del crimen de intentar esclavizar al mismísimo planeta.”
Yumenes, Allia, Meov, Tirimo, Castrima, Rennanis, Nucleobase. ¡Qué viaje!
He amado esta trilogía de principio a fin. Me gustó como inyectó ciencia ficción en esta última entrega, qué manera tan magistral de mezclar la serie. Conecté mucho con lo que Jemisin ha transmitido en la trilogía: dolor, rabia, amor. Es una escritora estupenda y siento mucho que esto tenga que terminar. Diablos, cómo voy a extrañar la Quietud. Buscaré consuelo en otras páginas.
“Cuando todos hayamos desaparecido entonces al menos no quedará nadie aquí salvo la muerte y sus días también estarán contados. En medio de la carretera sin nada que hacer y nadie a quien hacérselo. Dirá la muerte: ¿Adónde se han ido todos? Y así es como será.”
Es cierto que hay libros que hay que leerlos en su debido momento. Como este, por ejemplo, leerlo ahora que sé lo que es ser padre y lo que uno podría ser capaz de hacer por su hijo. Con esto quiero decir que tal vez McCarthy no me hubiera partido el alma hace unos cinco años cuando era más joven y soltero.
La historia de un padre y su hijo cruzando territorio norteamericano en dirección al sur, buscando la luz en un mundo apocalíptico. Aterradora, espeluznante, cruda, hermosa. De aquellas historias que jamás olvidarás.
“Sostenían que una especie inteligente que emplea herramientas, como la nuestra, es una rareza en el universo, mucho más que un simple ecosistema diverso. Que lo más notable de este planeta es que nos produjo a nosotros. Y que los humanos deberían esparcirse y colonizar otros mundos, cueste lo que cueste, para desligar nuestro destino del de esta roca.”
Confieso que empecé el libro con un pesimismo infundado por culpa de la maldita portada. No ha sido decepcionante pero tampoco una de las mejores lecturas del año. Para pasar un buen rato y ya está, porque realmente te hace reir por partes y tiene muchas cosas rescatables, sobre todo la parte geek. Esa mezcla entre la ciencia y la magia fue tal vez lo que más me enganchó, cada parte con sus métodos y sus últimos recursos para intentar salvar a la humanidad: el Camino al Infinito y la Revelación. ¿Qué aspecto cobrará el mundo ahora?
P.D.: Ahora tal vez se hagan una idea de cuánto pica el ají peruano, por lo menos más que la salsa barbacoa tejana Alarma Cinco pero no tanto como el chile en polvo.