El último cuento, Las cosas que perdimos en el fuego, fenómeno. Horroroso, escalofriante, y tocando incómodamente a la realidad.
El resto me fueron difíciles leer: Enriquez trata con temas de pobreza, ignorancia, abuso, adicción, locura y más, pero (la mayoría de) sus caracteres son huecos, sin vida ni ánimo, rodeados de lo mismo. Pocos tienen inteligencia ni madurez: sus situaciones son banales, sin conección humana. Matrimonios que pelean con gritos. Niños siendo crueles. Nada interesante. Y en la mayoría, en algún momento, aparecen fantasmas o monstros u otro elemento sobrenatural, sin razón alguna y que no contribuye nada a la narrativa.
Pero ese último. Uy.
El último cuento, Las cosas que perdimos en el fuego, fenómeno. Horroroso, escalofriante, y tocando incómodamente a la realidad.
El resto me fueron difíciles leer: Enriquez trata con temas de pobreza, ignorancia, abuso, adicción, locura y más, pero (la mayoría de) sus caracteres son huecos, sin vida ni ánimo, rodeados de lo mismo. Pocos tienen inteligencia ni madurez: sus situaciones son banales, sin conección humana. Matrimonios que pelean con gritos. Niños siendo crueles. Nada interesante. Y en la mayoría, en algún momento, aparecen fantasmas o monstros u otro elemento sobrenatural, sin razón alguna y que no contribuye nada a la narrativa.
Pero ese último. Uy.