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Me gusta bastante cómo la historia es contada. El protagonista relata todo en una conversación con un compañero, en medio de un café, pero no escuchamos el otro lado de la charla, solo la suya, mientras expone el misterio que representa Pickman. En un relato corto, nos lleva a imaginar un arte encubierto de misticismo y horror que envuelve a este personaje; horrores que, si bien están detallados en sus cuadros, siguen siendo indescriptibles e impensables para el ser humano.
El final me permite comprender el porqué del nombre del cuento, gracias a pequeños detalles que uno puede ir armando en las líneas finales. Es un desenlace fenomenal, que nos deja con la pregunta de qué pasó exactamente con Pickman.
No suelo leer este tipo de cosas fuera de fanfiction y menos en historias heterosexuales, pero decidí darle una oportunidad. No me arrepiento. Ver una relación tan saludable como la de los protagonistas desenvolverse sin mayores dramas ni pormenores era algo que necesitaba, especialmente considerando que evito esta clase de historias justamente por la parte dramática que la mayoría presenta.
Francamente, estaba dudando en si DNF la historia en un principio. La historia era un vacío sin acabar, lleno de world-building que no traía absolutamente nada a la mesa. Creo que fue a partir de la mitad de la historia que decidí realmente terminarlo, cuando recién se vio que la historia agarraba su centro y comenzaba a narrar realmente lo que pasaba entre los protagonistas.
Aun así, las únicas partes que agarraban mi atención era donde aparecían ellos. Una relación cute, sin contar la forma creepy en la que se conocieron, pero todo lo demás que involucra la historia podría haber sido bien eliminado del libro y estoy segura que muchos agradecerían el hecho. 169 páginas mal usadas. Tranquilamente podrían haber sido la mitad. Incluso menos.
Sidenote: Fue interesante descubrir cuál era la anatomía de Merrick, no siento haberla comprendido del todo, pero fue definitivamente un punto divertido de la historia. También, su forma de ser me enganchó, me gustó mucho más su forma de ser que la de Grace. ¿Sus habladurías sobre su hambre y la putrefacción? 10/10 me reí.
Encontré El señor de Sabbath por casualidad, y terminó siendo exactamente lo que me gusta en cuanto a contextos: una historia que aborda lo sobrenatural, el shamanismo y la brujería. Además, descubrir que la pareja principal es homosexual fue una grata sorpresa que le dio todavía más valor a la lectura. Desde el inicio me atrapó bastante y no me costó engancharme con la trama.
Si bien no diría que la escritura de Mariana Palova es la mejor del mundo, porque en varios momentos la sentí bastante sencilla, eso mismo hace que el libro sea fácil de leer y disfrutar. No es una historia que exija pensar demasiado, sino más bien dejarse llevar y sumergirse en el viaje.
Lo que más me impresionó fue cómo maneja su universo. Me encantó la manera en que logra enlazar brujería, esoterismo, cambiaformas y referencias culturales diversas para dar forma a un mundo coherente, rico y fascinante. Las entidades y descripciones se sienten naturales dentro de la historia y crean una ambientación envolvente.
Como arquitecta, Strange Houses me pareció una lectura fascinante y absolutamente hilarante en su premisa. Si bien la trama es súper random, la forma en que el misterio se articula enteramente a través del análisis de un simple plano es un concepto brillante. Me encantaba ver cómo los 'desvaríos' del amigo, basados en las anomalías de la estructura, resultaban ser increíblemente acertados. Fue más cómico por lo absurdo y loco de las soluciones que aterrador, pero lo suficientemente intrigante como para devorarlo hasta revelar el desquiciado desenlace.