I'll Be Gone in the Dark

 Cristo santo. No me esperaba que fuese tan duro de leer. Es true crime bien hecho, sin romantizar al responsable, narrando siempre desde la perspectiva de la victima. Lo único que no me gustó, pero que no hay con qué darle, fue la falta de edición, totalmente entendible considerando que la autora falleció durante la investigación y esto no es algo que puede venir Brandon Sanderson a terminar. Es una historia real sobre un caso que todavía no se cerró. La puerta está abierta para que cualquier persona pueda acercarse e intentar ayudar a descifrar quién carajos fue este joputa.