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“En consecuencia, el futuro es como un enorme tren de mercancías que circula a toda velocidad, siguiendo nuestra ruta. Detrás de este tren quedan el sudor y el trabajo de miles de científicos que están inventando el futuro en sus laboratorios. Se puede oír el pitido del tren. Dice: biotecnología, inteligencia artificial, nanotecnología y telecomunicaciones. Sin embargo, algunos reaccionan diciendo: «Soy los ambiciosos», es decir: «¡Dejadme subir al tren! Este tren representa mi futuro. Es mi destino. Dejad que me ponga en el asiento del conductor». Esperemos que la gente de este siglo utilice la espada de la ciencia sabiamente y con compasión.”
Una mirada a varios temas desde su situación actual hasta las predicciones hacia finales de este siglo: ordenadores, inteligencia artificial, medicina, nanotecnología, energía, viajes espaciales, riqueza y humanidad.
El último capítulo lo hace a manera de un relato sobre un día cualquiera en el 2100. Algo que mis bisnietos podrán vivir en carne propia.