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4.5
ARG, TENGO MUCHO QUE CONTAR SOBRE ESTO. Pero será en un par de horas. Debo analizar muy bien todo.
DAYS LATER
¿No les dije que vendría pronto con otra reseña? Henos aquí nuevamente, y con el segundo de una serie. ¡Eh, eso rimó! Siempre suelen salirme rimas espontaneas.
Ahora bien, a lo que nos trae aquí. En la reseña anterior les había contado acerca del primer libro de El Reino de los Caídos, y lo mucho que me gustó. Y fue tanto como para leerme enseguida el segundo libro, el que nos trae aquí hoy.
Está: OH MY GOSH!!
Iniciamos con la inclusión de unos personajes nuevos como lo es Lysandra y su hermano Gregor Barbas. Ambos son paelsianos a los que la guardia del rey Gaius ha invadido su pueblo en busca de voluntarios que se animen a participar en la construcción de una calzada –como una gran vía– que atraviese toda Mytica, desde Auranos a Limeros. Obviamente termina en desgracia esa visita, y solo Lysandra termina huyendo en busca de los rebeldes paelsianos que se ha comenzado a formar desde la invasión de Gaius en Auranos.
Por otra parte, nos enteramos que han pasado un par de semanas desde que Cleo ha sido puesta prisionera en su propio castillo luego de la caída de su reino, y ahora se topa con la sorpresa de que se verá comprometida a Magnus. Toda una táctica política de Gaius para mantener calmados a los auranios. Magnus no está contento con esto pero, tal cual se espera de él –o Gaius lo hace– calladito te ves bonito. Y Cleo no se atreve a oponerse por temor a que tanto ella como sus amigos y su pueblo se vean perjudicados. Y ya en los límites entre Paelsia y Auranos, en la Tierra Salvaje está Jonas, el líder de un grupo de rebeldes que busca destronar y acabar con Gaius. Jonas más adelante buscará la ayuda de Cleo, de quien se ve que ha caído enamorado, solo que no esperará también enamorarse más delante de Lysandra, su futura nueva rebelde.
Algo que no os conté mucho la reseña anterior fueron sobre los vigías, los cuidadores de lo vástagos que las vigías Cleiona y Valoria raptaron. Los vigías, que habitan en El Santuario, tienen más participación en esta segunda entrega de a como estaban en el anterior, pero esa es una sorpresa de la que tendrán que leer para averiguar.
Ahora bien, esta entrega está ¡impactante!
Iniciamos primero con Cleo. Ha madurado mucho, es más fuerte ahora aunque no deja de ser algo impulsiva. Durante la trama busca cuidar de sus amigos al tiempo de que intenta averiguar más sobre el anillo que le dejó su padre y perteneció a Eva la Hechicera, todo para encontrar a los vástagos y salvar a su pueblo y toda Mytica. También la vemos interactuando mucho con Jonas, ya no con el odio del primer libro sino con una alianza entre dos personas que buscan el mismo fin: la paz y unión. Del mismo modo, se ve forzada a tener encuentros con Magnus, y a pesar de que ella no termina de perdonarle por la muerte de Theon, sí se ve que tal granito de arena es la forma en la que su relación va creciendo para mejor. Pero de a granitos pequeños, eh.
Jonas es un caso un tanto distinto. Siendo líder, responsable, de un grupo de rebeldes, lo vemos cometiendo varios errores por no escuchar razones. Eso le ha hecho crecer y aceptar que un líder no solo dirige, un líder escucha también. Sin mencionar que, cuando secuestra a Cleo como táctica para que Gaius deje de construir la calzada, por fin tenemos el tan esperado beso entre ambos. Pero no le tengo gran fe a esta pareja, y aún más con la llegada de Lysandra, quien muestra ser alguien más adecuado para él.
Magnus sí es uno de los que ha cambiado de principio en esta entrega. Es más frío, y un tanto más firme, pero por suerte nada cercano a su tirano padre. Ya vemos completamente el cambio en su relación con Lucia, y la búsqueda de sus propias ambiciones de por sí. Ambiciones, de las que Lucia tiene relación ya que son en su beneficio también. Sin embargo... ¿adivinen qué? Tal parece que ahora la que comienza a invadir sus pensamientos tiene cabellos de oro, algo que me emociona totalmente. ¡SIN OLVIDAR EL BESO MAGNEO! Omg, no saben lo contenta que me puso eso. Shippeo totalmente a estos dos.
Ahora iré con los personajes que encabezan los últimos puestos para mí.
Lysandra es una joven que lo ha perdido todo, y es la nueva admisión a la lista de personajes de esta saga. Con la esperanza de encontrar a su hermano Gregor, Lysandra se une al grupo de Jonas y siempre trata de convencerlo, en un inicio, de atacar la calzada sabedora de que, por un lado humillan y maltratan inhumanamente a los paelsianos que se encargan de construirla bajo el mando del ingeniero Xanthus, y de que algo trama Gaius al mandarla a hacer. Con el paso de las páginas vemos que ella comienza a sentir algo por Jonas, lo cual me parece bastante lindo. Lysandra es un personaje que me agrada bastante y se ha ganado mi respeto totalmente. Es una cazadora y arquera innata, bastante hábil y muy valiosa para el grupo.
Lucia. Ok, ¿recuerdan que antes no me caía bien? Sigue sin caerme bien...del todo. En el libro anterior, al final, ella cae en una especie de coma luego de eliminar una barrera que impedía el paso a la guardia de Gaius al castillo del rey Corvin en Auranos. En este libro nos enteramos de que más bien es su madre quien la hace ingerir una pócima para dormir sin que nadie lo sepa. Los poderes de Lucia, aquí, los vemos creciendo a pasos agigantados, hasta el punto de que se ven están siendo un peligro para ella misma ya que incitan a un lado malévolo dentro de ella. Eso me preocupó mucho cada vez que ella entraba en escena, sobre todo desde sus puntos de vista porque conocíamos su interior. Afortunadamente, algo pasa al final que calma un poco mis miedos. Aquí también ella conoce al vigía Alexius, un joven inmortal que la cuidaba en su forma de halcón durante toda su vida y del cual ahora la visitaba en sus sueños, enamorándose de él. ¿Les digo algo? Este romance me parece patético, más por el hecho de que lo veo un amor instantáneo más por el lado de ella que de él. Intento verle el lado bueno y es de que así Magnus poco a poco irá olvidándose de ella y concentrándose en Cleo.
Nicolo Cassian. No creo haber mencionado a Nic antes, pero aparecia desde el primer libro y era el escudero del rey Corvin y mejor amigo de Cleo, además del hermano mayor de Mira, la ex-dama de honor de Emilia –hermana de Cleo. Nic en este libro pasa por pedido de Cleo de guarda-fangos –perdón, pero le dan un puesto en la caballeriza real que lo hace oler a estiércol– a parte de la guardia del rey Gaius. Nic ha estado enamorado de Cleo desde siempre, aunque nunca le había confesado sus sentimientos. Nic es un personaje muy tierno y agradable, que ha mejorado mucho, le tengo mucho cariño aunque no le aguardaba tantas expectativas. ERROR. ¡Morgan Rhodes nos sorprende aquí con una escena con él que me dejó a punto de grito a media noche! No diré qué es, pero yo no me esperaba nada, NADA, como esa escena. No esperaba hallar nada como eso en esta saga, ¡PERO ME ENCONTRÓ A MÍ! Es la razón por la que le doy un puesto a Nic en esta reseña, porque sin duda alguna ahora le tengo una esperanza alta de que esa escena signifique mucho más en el siguiente libro.
El libro estuvo bueno, mucho más que el anterior. Pero Morgan sigue fallando en crear diálogos con sabor, al menos del que estoy acostumbrada. En algunos lados pecó con sacar cosas de la nada, supongo que lo dejaré pasar.
Algo más: ¡POR FIN MATÓ AL BASTARDO DE ARON! En verdad no saben las ganas que tenía de que se deshiciera del cabeza de pija borracho ese. No lo soporté para nada en este libro y ya clamaba piedad hacia mí.
Se me cumplió.
Leanlo, en verdad no creo que los vaya a defraudar este segundo libro. Lo leí, uf, en horas por lo bueno que está. Lamentablemente no creo leer el tercero tan pronto ya que eso significa que tendría que esperar a tener el cuarto en mis manos, cosa que no tengo, así que tendré que irme distrayendo con otro hasta tener el cuarto.
En fin, denles una oportunidad, porque vale la pena. MUCHO.