Olor a menta

Lo he acabado hace apenas un cuarto de hora y... sigo llorando.
No me malinterpretéis, puede que no sea un libro de llorar, pero por algún motivo no he podido parar de llorar y reír durante las dos horitas que me ha tomado leer a Myriam. Le tenía unas ganas impresionantes, no sabía realmente si alcanzaría mis expectativas, pero me he enamorado de los personajes, de la historia, de la narración tan cuidada y de los guiños.
Puede que aún tenga toda la emoción corriendo por mis venas y mis palabras no sean tan objetivas como deberían, pero sin duda es una lectura que no voy a olvidar.
Necesitaba leer algo así, algo tan especial y cotidiano al mismo tiempo. Necesitaba engancharme y no querer soltar el libro (o e-book), necesitaba volver a creer en que podía emocionarme con palabras, y mis ojos rojos y los treinta pañuelos moqueantes pueden dar testigo de que lo he hecho.
No quiero dar detalles pero conociéndo el canal de Youtube de la autora tenía mucha curiosidad por ciertas escenas y, bueno, sin palabras estoy.
Dicho esto, espero que le deis una oportunidad y espero con ansias leer más de Myriam.