The Devil's Fire

Me encantó como no tienen idea.
Luego traeré la reseña correspondiente.

Horas más tarde

Finalmente, después de muchos problemas que me impidieron seguir la lectura por dos días intercalados, lo acabé y ¡me encantó! Voy a advertir que esto tendrá spoilers porque trataré de tocar todo, TODO, lo que pueda. Así que, advertidos.

Como nos relata la premisa, todo va a comenzar por un matrimonio arreglado. Ahora bien, voy partiendo por el hecho de que el inicio fue un poco confuso, y eso provocó que le rebajara un tanto a su nota final. Pasó unas cuantas páginas hasta que por fin le agarré el hilo a lo que la autora quería contarme. Voy a explicároslo:


Gareth de Lachlan es el hijo mayor de Jerric de Vale, sin embargo, Gareth es su hijo bastardo por lo que Lachlan es solo una pequeña tierra que Jerric le dejó a Gareth mientras que el reino de Vale se lo heredó a su hijo menor, Nadar. Por ahí parte una pequeña enemistad entre ambos hermanos provocado por la madre de Nadar quien odia a Gareth debido a que Jerric amó a su madre más que a ella misma. [Bueno, explicado eso iremos a otro] Gareth se casó con Kiel, hermano del rey Tristam de Drystam. Hubo otro lord, Holden de Stiles, quien estuvo comprometido a Gareth pero este rompió el compromiso para casarse con Kiel; a su vez, Lucien de Denmar deseó a Kiel a pesar de que éste igual le rechazó para estar con Gareth. Todo eso provocó que Holden se aliara con Denmar en venganza, a lo que Denmar realizó asesinando a Kiel por haberle rechazado. [Un poco enredado, ¿eh? Ya me comprenden] En la otra punta de la historia tenemos al reinado de Kray, comandado por el rey Declan. Declan tiene dos hijos, Glenna quien está casada con el rey Rowan de Hume, y Alric. La madre de Alric murió cuando Glenna y Alric eran pequeños, y pasó un tiempo antes de que el desconsolado Declan se comprometiera con Adela, hija del rey Thaddeus de Winthrop, una mujer bastante joven a comparación, casi de la edad de Alric. Digamos que a la chica no le sentó bien ese casamiento y buscó maneras de deshacerse de Declan, por lo que cuando fueron a la ciudad capital del reino de Orielle, o sea Banning, conoció a Denmar y comenzaron un amorío. Todo se fue a la mierda cuando Denmar se fijó en Alric y decidió que iba a ser su próxima conquista, o su próxima adquisición luego de descubrir que Alric, por herencia genética desde su abuelo, posee el don de controlar el fuego. Resumiendo: Adela fue asesinada por ordenes de Denmar luego de que ya no le servía, y luego de que Denmar se enteró del compromiso entre Gareth y Alric, se prometió que se haría con todo Orielle luego de recuperar a Alric y acabar con Gareth y el rey de Orielle, Elwin.

Siento que no estoy explicando mucho, dejo cabos sueltos y a la vez que he dicho demasiado. Pero es que Sara Bell creó un mundo tan complejo y con tramas en las que se es posible enredarse aunque atrapan. Y todo lo que acabo de decir es más o menos un resumen de las 350 páginas que tiene la historia, porque descubrí que en mi versión hay otra historia corta que reseñaré aquí y que lamentablemente me di cuenta no está en Goodreads. En fin.


Una de las principales razones por las que me gustó este libro es más que todo, porque podría decir que hay un máximo de 6 o 7 escenas de sexo, pequeñas, que comparadas con el resto son nada y no opaca el resto de la historia. Es decir, no me topé con un libro erótico con toques de fantasía: me topé con un libro de fantasía con toques eróticos. ¿Y lo mejor? ¡Que es de literatura M/M! ¡Se me cumplió mi deseo! No fue solamente la guerra, el complot de Denmar contra el reinado del rey Elwin y su deseo de venganza hacia Kiel, Gareth y Alric, fue la relación de los demás personajes, la composición del reino de Orielle, ese reino que creó Sara Bell. No hay solamente humanos, guerreros, sino magos, curanderos, y según ese bonus que trajo mi edición, también hombres lobos y quien sabe alguna otra criatura.

Alric y Gareth fueron personajes entrañables.

Gareth es un guerrero nato que, a pesar de no ser considerado heredero de su padre, de cierta manera fue reconocido y querido por él. Lo más increíble fue que incluso cuando tuvo el desprecio (inculcado por su madre) de su medio hermano Nadar, Gareth de alguna forma le quiso, conservó la esperanza de que Nadar comprendiera que esa idea de que Gareth quería arrebatarle el reino de Vale era falsa. Y Gareth se lo hizo ver más adelante, cuando incluso se ofreció a renunciar a Lachlan para que así Nadar viera que las intenciones de Gareth de hacer las paces con su hermano eran genuinas. ¿Y su amor por Kiel o Alric? Me conmovieron. Gareth amó infinitamente a Kiel, sufrió con su muerte, y eso se ve cuando no estaba dispuesto a casarse con Alric por respeto a la memoria de Kiel. A regañadientes aceptó, debido a la unión que el reino de Kray con Lachlan y la además alianza con Drystram por parte de Kiel (recordemos que Tristam, el rey de ese lugar, fue cuñado de Gareth) podría ayudar a la lucha contra Denmar.


Alric, por otra parte, es un ser sensible, amable, y tozudamente leal. Muy altruista, capaz de dar y hacer todo por los que ama. Alric, por sus poderes respecto al fuego, se creía maldito. Voy a mencionar que Alric llegó a casarse con Denmar. Sí, exactamente. Y sufrió el peor matrimonio que se puede haber vivido. Tanto así, que le marcó de una manera indescriptible. Razón por la que Alric tampoco estaba tan entusiasmado por el compromiso, temeroso de salir herido de alguna u otra forma, temeroso de Denmar. Pero su padre Declan sabía que Gareth protegería a Alric, y así fue. Gareth ayudó, cuando las brechas entre ambos se disiparon, a Alric a confiar en él muy lentamente, cabe destacar.


Fue un romance perfecto, al menos en este tipo de lecturas que he tenido –y han sido pocos. Gareth y Alric se complementaban de una manera tan perfecta, si bien tuvieron una atracción instantánea, pasó mucho para que pudieran darse un verdadero beso, ¡o qué decir respecto a su primera vez! Pasaron páginas, hasta capítulos, y en el tiempo del libro, quizás meses, para que por fin consumaran su matrimonio. Eso da a decir del desarrollo que tuvieron los sentimientos de ambos. Gareth fue quien cayó primero, proponiéndose conquistar a su esposo de la manera más tierna y paciente que puede haber. Disfruté, mi vena malvada apareciendo, en los breves momentos de celos que hubo en el libro.


De los demás personajes, al menos los más recurrentes, tuvieron tal participación tan exquisita, que incluso los que tuvieron que desagradar, desagradaron. No obstante, en ciertos momentos de misterio o suspense, la autora no logró ese efecto. Me explico: hubo partes que resultaron muy predecibles. Como el descubrir quién había estado envenenando al padre de Alric; también falló al final con la pelea entre Gareth y Denmar, porque lo que sucedía ahí, más que sorpresa, me causó extrañez. Lo digo por cómo se llevó a cabo. Me parece que la autora no tiene buena imaginación con escenas de peleas, porque la que hubo aquí me pareció bastante indiferente y un tanto mal hecha.


Sara Bell creó un mundo fantástico. Un reino enorme del que se le puede sacar mucho jugo todavía. Hay tanto por explorar en Orielle. La historia de Alric y Gareth, si bien puede resultar un poco confuso al inicio, se devora rápido. Claro, yo me tardé porque como dije al inicio, se me presentaron problemas, pero la pluma, la prosa, de Sara es tan ligera y sencilla que no hay que romperse el coco con ella. Me encantó mucho que este libro no se trate solamente de sexo entre dos hombres, si no de una guerra por el poder, por la justicia, inducida por la venganza, y en la que dos hombres intentan salir adelante en sus vidas luego de tanto sufrimiento, dándose cuenta que tienen tanto en común y tanto en qué compartir todavía, que merecen hacerlo juntos.

Citando a Dross: Léelo, sé que te va a encantar.