Ratings1
Average rating4
En un día común del siglo XXI, los humanos generamos 8 billones de gigabytes de datos. Y en ellos hay pistas muy reveladoras sobre nuestros miedos, deseos y conductas. Si bien es cierto que Google no se inventó para que los investigadores pudieran averiguar cosas sobre la gente, sino para que nosotros pudiéramos averiguar cosas sobre el mundo, las huellas que dejamos al buscar conocimientos en internet resultan realmente valiosas para quien quiera acercarse al conocimiento de las personas. La gente no solo le pide datos a Google, sino que también le hace confesiones. En la privacidad de su hogar hace indagaciones incómodas, y a veces escandalosas; indagaciones que nadie admitiría delante de otros. Y si como hizo Stephens-Davidowitz, uno se zambulle con las preguntas correctas en lo más profundo del Big Data, podrá encontrarse con una visión hasta hace poco inaccesible de la psique humana.
Reviews with the most likes.
Es una lectura interesante, pero como el mismo autor dice en la conclusión; lo único que ha hecho es arañar la superficie de los macrodatos. Más que un gran análisis, este libro parece un compendio de datos curiosos sobre el big data. Está bien para empezar con el tema y es además ameno y entretenido.