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“Sostenían que una especie inteligente que emplea herramientas, como la nuestra, es una rareza en el universo, mucho más que un simple ecosistema diverso. Que lo más notable de este planeta es que nos produjo a nosotros. Y que los humanos deberían esparcirse y colonizar otros mundos, cueste lo que cueste, para desligar nuestro destino del de esta roca.”
Confieso que empecé el libro con un pesimismo infundado por culpa de la maldita portada. No ha sido decepcionante pero tampoco una de las mejores lecturas del año. Para pasar un buen rato y ya está, porque realmente te hace reir por partes y tiene muchas cosas rescatables, sobre todo la parte geek. Esa mezcla entre la ciencia y la magia fue tal vez lo que más me enganchó, cada parte con sus métodos y sus últimos recursos para intentar salvar a la humanidad: el Camino al Infinito y la Revelación. ¿Qué aspecto cobrará el mundo ahora?
P.D.: Ahora tal vez se hagan una idea de cuánto pica el ají peruano, por lo menos más que la salsa barbacoa tejana Alarma Cinco pero no tanto como el chile en polvo.