Un recorrido por una dinámica familiar en torno al dolor, pero que a la vez no se traduce en el no poder, sino todo lo contrario. Aprovechar cada momento, cada viaje, optimizar, hacer rendir cada instante.

Una historia de dos mujeres con realidades casi opuestas pero unidas por la maternidad del mismo nene. Una se enfrenta a la desaparición de su hijo mientras la otra se lo lleva para que sea suyo. Difícil de leer pero a la vez imposible de soltar

Me encantó la serie y cuando me enteré de que estaba basada en un libro, lo busqué.

La parte más técnica y detallada del ajedrez me aburrió un poco, no entiendo del tema, pero la manera en la que se retrata y describe la obsesión y la adicción me pareció excelente.

Un libro pesado y lento, pero en absoluto aburrido, casi sensorial.
Parece que no lleva a ningún lado, pero los protagonistas tampoco se mueven demasiado, sobreviven, se las arreglan

Lo empecé hace mil años y no sé por qué nunca lo pude terminar hasta hoy.

Un perfil increíble, como todo lo que escribe la autora, que te hace sentir casi parte de la vida de uno de los pianistas más célebres de la Argentina

Un libro corto que devoré en un par de horas, como hacía mucho no me pasaba.

Fue un poco como leer a un domingo, con la lluvia y el frío casi como personajes, con la incertidumbre y la espera mezclados con una rutina implacable que, lenta pero segura, se acerca al siguiente paso.

Cada línea, cada frase, cada palabra emana pura poesía. Poesía del horror, de la violencia, de las situaciones más recónditas que atraviesan quienes quedan al margen de todo. Poesía también de la belleza que existe incluso donde no queremos mirar.

No sé muy bien qué pensar. Todo el libro es estar en la cabeza de su protagonista constantemente, con lo agotador y espectacular que puede resultar de eso.