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Una de las novelas más corrosivamente divertidas de Philip K. Dick. En la Tierra, los casos de trastornos mentales aumentan exponencialmente. Desbordados, los centros psiquiátricos sólo encuentran una solución: exiliar a los enfermos a una luna habitable que orbita el remoto planeta Alfa III. Sin embargo, durante dos décadas se interrumpe el contacto entre los terrícolas y los desequilibrados, quienes acaban organizándose en una sociedad donde cada clan se corresponde con una patología y un rol. Así, los psicóticos son la clase gobernante; los esquizofrénicos, los artistas y líderes religiosos; los maníaco-depresivos, los filósofos... Toda una exploración de la psique humana donde se dinamita la frontera entre la locura y la cordura. Sobre el diseño de portada: Se ha representado las enfermedades mentales de los diferentes clanes mediante mediante pastillas y medicaciones, pero jugando con las formas, convirtiéndolas en una flota de naves espaciales surcando el espacio.
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“Qué lío. Usted y su vida doméstica; está arruinando los planes de dos imperios enteros interestelares, el de Terra y el de Alfa...”
De hecho, un 3.5. No me atrevo a redondearla a 4 porque estaría afirmando que me gustó tanto como ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, lo cual está lejos de ser cierto. El problema, creo yo, es que al empezar con Ubik puse la valla muy en alto. En realidad, me encanta Dick (eso no debe sonar bien en inglés), creo que no podría pasarla mal con nada que haya escrito.
Los terranos intentan recuperar, luego de un cuarto de siglo, una colonia en el sistema Alfano que había sido usada inicialmente como centro psiquiátrico para los enfermos mentales. Pero durante aquellos años los habitantes de la luna Alfa III M2 han formado diferentes clanes que corresponden a una patología y que representan un rol en su sociedad. Por supuesto, harán todo lo posible para impedir el contacto nuevamente. En fin, cosas que solo se le pueden ocurrir a Dick. Tal vez haya algo de cierto en lo que dice, puede que todos estemos un poco inestables mentalmente y que solo es una cuestión de gravedad. ¿Quién dicta la norma sobre lo que es normal o no?