Aún me considero un lector neófito, pero recorrer estos cuentos ha sido una experiencia completamente nueva para mí. Creo que nunca había sentido verdadero miedo al leer, quizá porque nunca logré conectar del todo con los clásicos del terror como Poe o Lovecraft. Tal vez también influya la cercanía cultural, ya que estos relatos transcurren en Argentina, un escenario más familiar para un latinoamericano.
Es ciencia ficción dura y pura, a ratos se me hizo pesado, quizás porque mi cerebro ya está medio muerto por tiktok jaja, pero la disfruté bastante.
Lo fascinante es cómo Asimov construye una historia que parece más un tratado de historia y sociología galáctica que una novela de aventuras espaciales. La idea de la psicohistoria, esa mezcla de estadística, matemáticas y predicción del comportamiento humano, es brillante y termina influyendo en un montón de obras posteriores.
Es una obra profundamente inquietante que te sumerge en la mente de un escritor luchando por sobrevivir en las calles de Cristianía. La narrativa, contada desde una perspectiva en primera persona, te hace sentir cada punzada de hambre y cada momento de desesperación del protagonista. Hamsun logra capturar la esencia de la soledad y la lucha interna con una prosa lírica y emocionalmente intensa.
Una colección de cuatro novelas cortas, cuyo hilo conductor es la venganza.
Es la primera vez que leo algo de King, y pucha que no esperaba que me guste tanto. Son cuatro historias de fácil lectura, maneja un lenguaje accesible (en mi opinión) y como menciona en el epílogo escrito por él mismo, busca contestar a la pregunta <<¿cómo es posible que ocurran cosas así?>> los relatos sugieren que a veces existe un motivo.
La literatura de ficción es uno de los caminos a través de los cuales intentamos dar sentido a nuestra vida y al mundo (a menudo) terrible que vemos a nuestro alrededor.

Rara vez un libro me ha impactado tanto como Pan. Quizás se deba a algo profundamente personal, pero lo leí de una sola sentada, completamente absorbido. Me identifiqué profundamente con Thomas Glahn, el protagonista masculino, mientras que Eduarda fue un vivo retrato de alguien que pasó por mi vida en algún momento. Esa conexión emocional me impulsó a leer de manera casi frenética. Ahora comprendo por qué Knut Hamsun es considerado el maestro de maestros: logra captar lo humano con una sutileza y precisión que no había experimentado antes.